¿Qué causa el dolor articular y cómo calmarlo?

dolor articular

Introducción

Uno de los efectos del proceso de envejecimiento que se produce en las personas mayores es el dolor en las articulaciones, que puede aparecer incluso antes de treinta. Las causas no siempre son la artrosis o la artritis; pueden ser muy diversas y, por tanto, requieren un tratamiento personalizado. Afortunadamente, existen tratamientos para recuperar la movilidad y mitigar el dolor, mejorando así su salud y bienestar.

¿Qué es el dolor articular?

El dolor articular suele producirse en las rodillas, las muñecas, los codos, los hombros, los tobillos, los pies y otros puntos donde se unen dos huesos. A menudo, también va acompañado de rigidez, inflamación o calor en la zona afectada.

Es importante que tratemos estos dolores a medida que envejecemos, ya que nos impiden disfrutar de las actividades que nos gustan o hacer movimientos sencillos como sujetar algo con las manos. Además, los dolores, ya sean leves o fuertes, reducen considerablemente nuestra calidad de vida. Por ejemplo, nos puede resultar difícil dormir y descansar.

¿Por qué aparece el dolor en las articulaciones?

enfermedades de las articulacionesLas articulaciones son las uniones entre huesos cercanos y proporcionan movilidad y elasticidad al cuerpo. Están recubiertas de cartílago, un tejido elástico y firme que amortigua y permite la fricción entre los huesos, «suavizando» así la carga que soportan.

Veamos las causas más comunes del dolor articular:

  • La artritis reumatoide: Es una enfermedad autoinmune en la que el propio sistema inmunitario ataca los tejidos de las articulaciones porque los confunde con gérmenes. Produce dolor y rigidez.
  • Lupus: También es una enfermedad autoinmune, en la que el organismo ataca erróneamente a los tejidos sanos y también provoca, además del dolor articular, otros síntomas como cansancio, caída del cabello, depresión u olvido.
  • Bursitis: Inflamación de la bursa, la parte que sirve de almohadilla entre músculos, tendones y huesos; y que suele deberse al uso repetido de esta articulación. Es frecuente en algunas profesiones o deportes, pero también en personas mayores.
  • Gota: Se produce cuando el ácido úrico se acumula en la sangre e inflama las articulaciones, más a menudo en el dedo gordo del pie, la rodilla o el tobillo.
  • Tendinitis: Es la inflamación de los tendones, más frecuente en los deportistas o ciertas profesiones, ya que se debe al abuso de algunos tendones en particular.
  • Condromalacia rotuliana: Consiste en el reblandecimiento y la rotura del cartílago en la parte inferior de la rótula, es decir, de la rodilla. Se debe al desgaste físico de esta articulación, por lo que es bastante frecuente en las personas mayores.
  • Artrosis: Se produce por el envejecimiento y el desgaste físico de una articulación. Puede ser hereditaria o debida al desgaste físico de las articulaciones, especialmente cuando se es obeso o se utilizan continuamente algunas articulaciones en particular.
  • Osteomielitis: Consiste en una infección bacteriana en los huesos.
  • Osteoartritis: Es una enfermedad reumática crónica que afecta al cartílago articular. Puede localizarse en las caderas, las cervicales, las lumbares, la mano o la rodilla. Se caracteriza por provocar dolor y rigidez, lo que suele dificultar movimientos cotidianos como cerrar la mano, caminar o subir escaleras.
  • Sarcoma sinovial: Es un tumor que se forma a partir de los tejidos blandos de las grandes articulaciones, a menudo debido a factores hereditarios. Puede detectarse a cualquier edad.
  • Necrosis aséptica: Consiste en una pérdida de flujo sanguíneo temporal o permanente en un hueso que, si se produce cerca de una articulación, lleva también a su colapso.

Consejos para evitar el dolor articular al envejecer

A veces estas enfermedades son irreversibles, es decir, una vez que aparecen ya no podemos eliminarlas por completo. Afortunadamente, rara vez ponen en peligro la vida y siempre podemos prevenir o tratar los síntomas para que parezcan casi inexistentes. Estos consejos y hábitos saludables pueden ayudarnos mucho cuando los problemas articulares aparecen a cierta edad.

  • Levantarse y sentarse o acostarse con cuidado, evitando que el peso caiga sobre las articulaciones.
  • Mover las articulaciones con frecuencia mediante una actividad física que no las cargue (como caminar o montar en bicicleta) para favorecer la circulación y mantener activos los músculos de las articulaciones.
  • Evite pasar demasiado tiempo sentado o en la misma posición y realice algunos estiramientos.
  • Utilizar un calzado adecuado para amortiguar correctamente la pisada y asegurar la estabilidad al caminar.
  • No cargue mucho peso, ya que sobrecarga las extremidades.
  • Evitar la obesidad y el sobrepeso por la misma razón que hay que evitar cargar con demasiado peso.
  • El médico puede recetar antiinflamatorios no esteroideos, geles y ungüentos que aliviar el dolor articular, por ejemplo Flekosteel. Si el caso es muy grave, se pueden recetar opioides indicados para reducir el dolor. El ácido hialurónico también puede ayudar a reducir la pérdida de cartílago.
  • También existen ejercicios de fisioterapia que ayudan a reducir el dolor, a prevenir la pérdida de masa muscular y a facilitar el movimiento de la articulación afectada. Además, mediante tratamientos especializados, los fisioterapeutas se centran en tratar el problema que causa el dolor y no sólo en aliviar los síntomas.

Hábitos saludables, dieta y suplementos para prevenir el dolor articular

Aquellas personas mayores que comienzan a tener los primeros síntomas de estos dolores o de las enfermedades mencionadas, o aquellas que están en riesgo por razones genéticas o por el trabajo o la actividad física que han realizado a lo largo de su vida, pueden hacer lo siguiente:

  • Seguir los consejos mencionados anteriormente sobre hábitos saludables, como evitar cargar peso, realizar estiramientos cuando se pasa mucho tiempo en la misma postura, etc.
  • Llevar una dieta saludable, con la ingesta necesaria de calcio y vitamina D, que mantienen sanos los huesos, cartílagos y músculos y previenen la osteoporosis, especialmente en las mujeres.
  • Como medida preventiva, te recomendamos que introduzcas una suplementación de colágeno y magnesio que ayudará al buen funcionamiento de tus músculos y articulaciones.

Así como la combinación de colágeno, ácido hialurónico, vitamina C, sulfato de glucosamina y sulfato de condroitina, una potente fórmula que aportará importantes beneficios.

Les ayudará a recuperar la elasticidad, reduciendo el dolor y mejorando la movilidad de las articulaciones. Así como en la prevención de lesiones deportivas, como distensiones y tendinitis.

Esta información y consejos son muy importantes para ayudar a las personas mayores a disfrutar de esta edad como en cualquier otra etapa de su vida. ¡Cualquier momento es bueno para sentirse feliz y saludable!

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